jueves, 8 de agosto de 2013

La comida en Hospitalia

Cuando entré, una de las primeras cosas que me preguntaron en Hospitalia es si "comía de todo".

Al decirles que no, que era vegetariana, ya me veía comiendo solo la mitad no-carnívora del menú estandar... pero la respuesta fue sorprendente: "Vegetariana, ¿de qué tipo? Tenemos tres tipos de menús para vegetarianos"

En mi caso, ovolactovegetariana. Los primeros días estaba alucinada y muy agradecida de que me pusieran comida respetando mi opción, dos y hasta tres platos en cada comida.

No es que se coma mal en Hospitalia.
De verdad, no quiero que se entienda como el típico-tópico post que habla de que la comida es de plástico, y un asco, y tal.
Pero después de muchos días, puedo afirmar que NO se come BIEN.

No es así, no. Ni de coña.
 
En negativo:
  • Las verduras que sirven solo están cocidas y rehogadas. MUY cocidas. Probablemente son congeladas o de bote, de eso no estoy segura. ¿He dicho ya que están MUY cocidas?
  • Las cremas que sirven son sospechosamente todas iguales, variando el color y muuuuy ligeramente el sabor. De hecho, muchos días es imposible adivinar de qué es la crema, salvo porque lo pone en un papelito.
  • Tienen una querencia especial por la ensalada de tomate con pepino. El tomate y el pepino más sosos del mundo.
  • Unas tortillas francesas que podrías usar como proyectiles en caso de emergencia.
  • Los lácteos se reducen al cafe con leche de la mañana y el yogur de la tarde. El queso no existe.
  • Todo es soso. No solo de "sin sal", sino de "sin sabor".
En definitiva, es una comida para pasar dos-tres días, una semana... pero cuando llevas mucho tiempo, te parece forraje. Y es repetitiva. Y con menús mal planificados.

Cuando llevas tiempo, empiezas a ser tiquismiquis, no sé, y quieres comer comida de verdad, comida que lleve nutrientes, que te ayude a estar sano. Y la comida de Hospitalia no es para eso, es para llenarte y mantenerte vivo el tiempo que estés ahí.

En positivo:
  • Me ponen mucha fruta (una pieza en desayuno, comida y cena, casi siempre) Y la fruta está buena.
  • Aunque no hay mucha proteína en mis comidas, lo compensan con frutos secos: almendras y avellanas. Eso sí, fritos y salados.
  • Ponen mucha cantidad. Te parecerá buena o no, pero cantidad, tienes.

En fin, seguro que visto desde fuera parece que no debería quejarme, sobre todo después de leer noticias como estas:

La solución de supervivencia que he encontrado es hacer que me traigan algunas cosas de casa (un salero, imprescindible. El azúcar que utilizamos en casa. Muesli...) y de vez en cuando, comidas caseras: tortilla de patata, algún guiso, algún zumo casero... comidas ricas, nutritivas y elaboradas con amor.
La diferencia es bestial. Y hay que estar fuerte aquí!

Ya iré poniendo algún otro post sobre esto, que lo de la comida da mucho juego.

2 comentarios:

  1. que te lleven de casa una tabla de quesos de vez en cuando! que te mereces un festín!
    si te mando yo mis famosísimos champiñones rellenos de queso de cabra o de roquefort creo que te llegan algo pasaditos, a ver si FedEx nos pone correo internacional refrigerado :P
    Proser

    ResponderEliminar
  2. Ooooh... no me digas eso, Proser, que me ahogo salivando (babas, babas) :)

    Algún día me han traído trozos de queso, pero vamos, eso de los champis rellenos suena de muerte!
    Correo internacional refrigerado YA!! :)

    ResponderEliminar