Amiguitas y amiguitos, iniciamos una serie de consejos para sobrevivir a una larga (o corta) estancia en un hospital.
Y lo vamos a hacer empezando por uno que me parece esencial. Dado que vas a pasar un tiempo en un recinto cerrado, controlado, estando más o menos malito, es seguro que te van a dar drogas para tratar de ponerte mejor.
En oposición a las "drogas recreativas", que te puedes tomar para pasártelo bien un rato, buscando unos efectos de diversión, en este caso lo que te dan serían algo así como "drogas funcionales": te las tomas buscando un efecto beneficioso para tu dolencia.
Lo malo de las drogas - de uno y otro tipo - es que no solo provocan el efecto buscado, sino que muchas veces provocan otros efectos secundarios no deseados.
Las embarazadas escuchamos desde el día uno (o antes) lo importante que es no automedicarse, la de efectos secundarios (terroríficos) que pueden acarrear al bebé, que si tienes que tomarte algo sea siempre bajo prescripción médica...
Pero cuando se presenta una situación grave en el embarazo, de repente los médicos te ofrecen una barra libre de medicamentos!
Tenemos de todos los colores!
Que te lees los efectos secundarios, y tiemblas. Pero claro, los efectos positivos buscados superan (esa es la intención) a los posibles efectos secundarios negativos.
A mí no me gusta mucho tomarme porquerías de estas, pero cuando entré en Hospitalia, con todo el pánico inicial, me hubiera tomado cualquier cosa. Y de hecho lo hice.
Pero también pregunté qué era cada pastilla que me daban, como se llamaba, para qué servía (por eso está tan bien apuntadito en los primeros posts, si no, de qué... :)) No tenía intención de discutir nada con los médicos, que yo no lo soy, pero quería saber qué me tomaba y por qué.
Y ya vamos llegando al CONSEJO (cómo me enrollo, madre mía): cuando eres el paciente y te interesa curarte, lo más prudente es tener controlada qué medicación te dan, y cuándo.
Porque te van a dar pastillitas varias veces al día. Y esas pastillitas las preparan personas, enfermeras/os que a veces pueden cometer errores.
Y para ellos tú eres un paciente más, pero para ti tú eres TODO.
No te fíes sin más, conoce tu medicación, el nombre, el color y la forma de las pastillas, y si te dan algo que no es lo que tienes identificado, pregunta.
No te fíes sin más, conoce tu medicación, el nombre, el color y la forma de las pastillas, y si te dan algo que no es lo que tienes identificado, pregunta.
En el tiempo que llevo aquí, me han dado medicación confundida dos veces, y han intentado ponerme vía intravenosa un antibiótico que no necesitaba (era para mi compañera de habitación)
En otra ocasión, cambiaron el medicamento habitual por un genérico, pero como la pastillita era diferente, pregunté, por si hubiera habido otro error. Uno de los enfermeros se ofendió, pero otra fue tan amable de traer la caja original para que pudiera ver que llevaba el mismo principio activo.
Algún otro día se han olvidado de medicación - no importante, solo la pastillita del hierro - pero al llevarlo controlado y saber cuándo tocaba, he podido pedirla.
Está claro que los enfermeros/as son humanos y pueden cometer fallos, pero los pacientes son personas a veces muy enfermas, a veces la medicación que necesitan es vital, y es intolerable que se cometan errores que pueden ser fatales.
Por eso, en la medida en que puedas, es importante responsabilizarte de tu salud, no tragarte todo lo que te dan sin más.
Si consideras que estás tomando medicación que no te corresponde, pregunta.
En mi caso, fue un antiácido que no necesito, de momento, y me retiraron al preguntar por qué me lo estaban dando y ver que no tenía razón de ser.
No sé por qué me lo recetaron inicialmente, pero si no hubiera
preguntado, aún lo estaría tomando innecesariamente.
Si consideras que no te están dando medicación que deberías tomar, pregunta.
En mi caso, tomaba Adiro 100 desde antes del positivo -por prescripción médica - y en Hospitalia dejaron de dármelo. Así que, pasados los primeros días de gran susto, lo comenté y volvieron a recetármelo.
Ten en cuenta otra cosa: los medicamentos no son inocuos: pueden ser necesarios en algunos momentos, pero como he dicho al principio, tienen efectos secundarios. Pueden debilitarte, pueden hacerte daño en otros órganos, o crearte malestares (para los que te darán más medicación).
Por eso, es importante tomar los mínimos necesarios e intentar mantenerte "sano" sin recurrir a un círculo vicioso de medicaciones.
Eres mi heroína,toda una luchadora y una valiente!! M parece increíble que te den mal la medicación xq como dices ese error puede costarle la vida a alguien!! Tu nena va a nacer cuando toca ya lo verás...es lo minimo qt mereces después de todo lo q estás pasando. Mucha fuerza para tu estancia en Hospitalia. Peti.
ResponderEliminarQué buena idea la del blog, seguro que escribir y compartir tus vivencias te ayuda a tí y a muchas de nosotras a sobrellevar esta lucha. Leerte me demuestra lo fuertes que nos hacemos y los dolores que podemos llegar a soportar por acercarnos un poquito a nuestro sueño. El desgaste físico y psíquico se verá totalmente recompensado cuando tengas a tu niña en brazos, ya queda menos preciosa, lo estás haciendo muy bien! Te sigo. beis
ResponderEliminarSois unos soles, preciosas!
ResponderEliminarLa verdad es que se hace muy duro y muy largo, y hay momentos malos, pero ver que van pasando los días también da mucha tranquilidad.
Beis, el jefe de planta me dijo que veía a las mujeres sacar una fortaleza increíble en estos casos, todo por el bebé que llevan dentro, y creo que es verdad aunque no sea fácil.
Las dos sois unas super campeonas y ya lo vais a ver muy pronto, que vais a tener unos embarazos super felices y fáciles, que os lo merecéis. Un besazo!
Muy buen consejo lo de vigilar la medicacion que te dan, me he quedado alucinada de los fallos que a veces se comenten...Eres un ejemplo de fortaleza y de responsabilidad, que lo mas facil seria dejarse llevar y tu te preocupas de saber el "por qué" de todo. Gracias por compartir tu experiencia! Inma
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