Cuando por fin llegó el día de la consulta en Alto Riesgo en Hospitalia, me sentía feliz: estaba casi segura de que todo iba bien, me dejarían salir de casa un poco, podría dar alguna vuelta... ¿quizá ir a la piscina?
Apunté todas las preguntas que se me ocurrían sobre las actividades que podría o no hacer a partir de ese momento, siempre confiando en que todo iba bien. Ese día estaba embarazada de 24 semanas y 2 días.
Pero no iba bien.
Al medir el cuello del útero, se había acortado aún más, dando una medida aproximada de 10mm.
Ya no salí de Hospitalia.
Un celador nos acompañó a mi habitación en la planta de Alto Riesgo, y enviaron a mi pareja a hacer los papeles del ingreso. A mí me indicaron qué armario me correspondía para guardar mis cosas, y me dieron el "uniforme": toalla y un camisón azul de hospital abierto por detrás, con unas cintas que no parecían encajar unas con otras.
En ese momento yo no era capaz de procesar nada de lo que estaba sucediendo, ni lo que suponía, ni nada.
¿Cuánto tiempo iba a estar allí?¿qué me iban a hacer?
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